Naranjas, limón i mandarinas

Es común encontrar alguno de estos tres cítricos en la nevera de cualquier hogar, y la realidad es que la humedad del frigorífico puede llegar a pudrirlos. A partir de ahora ya sabrás que no necesitan conservarse en frio.

La sandía

A todos nos gusta comer la sandía bien fresquita en verano, pero resulta que los expertos desaconsejan su conservación en frio cuando está sin abrir, porque pierde betacarotenos. Así que, ya sabes, si la quieres comer fresquita mejor ponerla en el frigorífico sólo un ratito antes. Eso sí, una vez abierta se recomienda conservarla en el frigorífico cubierta con papel de aluminio.

Frutas tropicales

¿Qué pasa con las frutas del tipo aguacate, kiwi, mango, melocotón o albaricoque? Todas ellas son frutas que provienen de zonas cálidas, y por lo tanto están acostumbradas a las altas temperaturas, y necesitan luz y calor para madurar. Cuando los conservamos en la nevera pierden nutrientes.

Los ajos y las patatas

Si conservamos los ajos en frio se apelmazan y veremos que le brotan los tallos mucho más rápido. Con las patatas pasa lo mismo, en la nevera convertirán el almidón en azúcar más rápidamente, y se estropearán antes. Ambos alimentos deben conservarse en un lugar seco y oscuro.

Conservas

Este tipo de alimentos enlatados como una lata de atún, unas olivas, fruta en almíbar o la mermelada están envasados para perdurar en el tiempo. Por ello no necesitan frigorífico. Eso sí, se aconseja siempre guardarlos en un lugar seco, fresco y oscuro.

Así que ya lo sabes, a partir de ahora tendrás mucho más espacio libre en tu frigorífico ¿a que si?

Desde luego… Corberó.

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